Tuve dos días maratónicos!!!! Pasa que
estos últimos días me dediqué a hacer un parcial de didáctica. Una cosa
rarísima. Había dos puntos: uno era normal, teórico, nada del otro mundo pero
en el otro punto, había que inventar una ficción que contuviese ideas de algún
autor visto en clase. Sí, leyeron bien: una
f i c c i ó n. Claramente cuando empecé a hacer el parcial, agarré el
primer punto, y con café, facturas, todo tranca, salió nomás. Me quedaba el
segundo punto y todavía me quedaba un día para hacerlo. Primero, volví a
revisar toooooda la bibliografía por enésima vez y después por décima segunda
vez y por décima tercera vez. Decidí irme a dormir para ver si unas breves
horas de sueño me inspiraban a escribir pero cuando me levanté, mi situación no
fue mucho mejor. Estuve literalmente una hora y media sentada en frente del
monitor sin escribir, revisando textos, a ver si encontraba algo que me
sirviera! pero nada, no había caso. Volví a mirar la consigna: el texto podía
tener la forma de un diálogo platónico, un guion de historieta, un cielito de
gauchesca, o una escena teatral. Como no tengo idea de cómo hacer un guion de
historieta y no estoy segura de qué es un cielito, claramente agarré el diálogo
platónico. Necesitaba un personaje: Maite Alvarado, leí muchas veces sus
textos. Y así, sin estar citando ni nada, empecé mi diálogo entre una joven
Maite que discutía años atrás con su profesor de secundario a cerca del cuento
policial. Y claro el problema estuvo en que siempre había estado encarando la
situación desde un lugar equivocado. Pasa que vengo tan acostumbrada a esto de
las monografías académicas, que de repente, cuando cambian el esquema,
despegarse del modelo es un drama. Igual, cuando logré empezar a escribir, la
actividad no fue en sí misma difícil, de hecho hasta fue divertida, porque
empecé a imaginarme un mínimo diálogo en el que logré sistematizar las ideas de
Alvarado sin hacer un típico resumen donde sigo el ordenamiento del texto de la
autora, hay citas y parafraseo con otras palabras. En este sentido, me parece
que lo más difícil no fue hacer la actividad sino despegarme de mis modelos ya
tan arraigados y de mi forma de encarar un parcial domiciliario. Es bastante
loco, porque a su vez, me acuerdo que cuando empecé la facu, y tuve que hacer
mi primer tp de teoría, me costó bocha hacer ese tipo de trabajo, es decir, me
costó muchísimo encontrar ese nuevo tipo de escritura que a su vez, hoy por
hoy, no me resulta complicado sino que de hecho me siento cómoda. Por eso,
después de cuatro años de mi vida puaner, haciendo miles de monografías de
lingüística, no sé si a su vez, llegué a otro punto extremo en el que si me piden
que escriba un diálogo me siento completamente desencajada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario