jueves, 29 de noviembre de 2012

LA ACADEMIA Y LA FICCIÓN María José Migliore



En el parcial de didáctica especial tuve que resolver la primera consigna de la carrera en donde tuve que escribir un texto de ficción. Cuando la leí me sentí un poco incómoda, ya que los lectores de mi parcial, además de evaluar los conocimientos sobre la materia, evaluarían la capacidad de escribir un texto de esos que nos dedicamos a criticar. En otras oportunidades escribí algunos textos de ficción y cada vez que lo hago se me presentan mucho más vivamente muchas de las cuestiones que discutimos teóricamente en la carrera. Esto también me ocurrió durante la escritura de la consigna. Sin embargo, creo que me resultó más productiva para asentar los conocimientos acerca de los problemas de la enseñanza de la lengua y la literatura que para interrogarme acerca de los problemas teóricos de ficción.
Estoy de acuerdo con la consigna del Grupo Grafein: todo el mundo puede escribir literatura. Cualquiera puede escribir literatura, pero el que escribe también quiere ser leído con placer. En este punto es donde no creo que haya puesto el suficiente empeño. No busqué al lector de un texto de ficción, sino al lector de un parcial. No sabía muy bien qué me evaluarían, pero imaginé que tomarían en cuenta más que nada si usaba o no los problemas de la didáctica y allí puse el foco. Un amigo que estudia sociología me contó que en una oportunidad tuvieron que resolver un parcial que consistía en enfrentar a dos pensadores. Me pareció muy buena la idea y también me pareció muy buena en esta oportunidad para poder asimilar y repensar conceptos.
Otra de las consignas de ficción fue escribir los guiones conjeturales de las clases. La idea también me pareció fabulosa. Pensar en lo posible de las prácticas que realizaríamos y conjeturar sobre lo falible fue de gran utilidad para nosotras (esto no implica que no me haya molestado tener que hacerlo en el momento). Sobre esta consigna, de vuelta, lo que me llevo es más que nada una nueva forma de pensar el planeamiento de una clase y no un aprendizaje acerca de la escritura de ficción.
Por último, creo que sería de gran utilidad para la carrera pensar en los problemas de la escritura de ficción, escribiendo textos de ficción. No obstante, todo discurso está constituido por el lenguaje y por lo tanto tiene un componente de ficcionalidad. En este punto cada vez que escribimos un texto monográfico estamos en contacto con la escritura de la ficción. Quizá lo que haga falta (por lo menos a mí) es más herramientas para escribir textos académicos.

1 comentario:

  1. Hola María José, cómo estás?

    Interesante lo que publicaste! Yo soy estudiante de la carrera de Historia, seguro que nos cruzamos varias veces por los pasillos de Puán! Yo cursé Didáctica General en el 2012 y el año pasado hice la Didáctica Especial.

    Me pareció interesante esa parte de la consigna que señalás: "escribir los guiones conjeturales de las clases".Uno lo puede pensar, quizás empujado por la ansiedad que significa estar delante de un grupo de chicos o adultos en pos de desarrollar el famoso proceso de "enseñanza-aprendizaje". Pero escribirlo me incita a pensar que es no sólo placentero, sino también tranquilizador, puesto que uno puede imaginar la interacción que se podría llegar a establecer en el maro de la dinámica de una clase entre el profesor y los estudiantes. Yo tuve la ventaja de hacer las prácticas en una escuela pública al mismo tiempo que trabajaba en una escuela privada. Por lo tanto venía cargado de "cierta experiencia". Sin embargo, el inicio de mis prácticas estuvieron marcadas por mi ansiedad y esmero que de todo saliera bien. Y por suerte fue así.

    Por otro lado, la cuestión de la ficción es una problemática interesante e importante en las discusiones historiográficas. Si como decís vos "todo discurso está constituido por el lenguaje y por lo tanto tiene un componente de ficcionalidad", entonces las diferencias establecidas entre las narrativas literarias y las obras históricas se disuelven desde el momento en que surgen ideas que sostienen que el relato histórico y el relato de ficción pertenecen a mismo género de ficciones verbales. Esta temática está en relación al famoso giro lingüístico que pone en entredicho todo el discurso.

    Quería contestarte porque lo que planteás es algo interesante para pensar. En tu caso desde la Lengua y la Literatura y en mi caso desde la Historia.

    Saludos.
    Damián

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