jueves, 29 de noviembre de 2012

...Daniela Fournier




Hacia el final de mi cursada de Didáctica Especial, tuve la oportunidad de realizar una práctica distinta a las demás. La propuesta fue romper con las estructuras escriturarias de la universidad y acercarnos al conocimiento de manera distinta.
      La elección era compleja y bien diferente, se trataba de optar entre un diálogo platónico, un cielito a la gauchesca, una escena teatral o un guión de historieta. Finalmente me decidí por el diálogo, lo cual de todas formas no era la selección más sencilla. Me resultaba complicado abordar un género distinto al empleado en las evaluaciones tradicionales.    
Al mismo tiempo, el cambio resultaba un desafío. Mostrar lo que una había aprendido a través de un género nuevo para estas ocasiones representaba un doble esfuerzo: responder a la consigna desde el conocimiento y también llevarla a cabo desde la parte estética. Mostrar lo que se sabe pero de una manera más literaria. 
La propuesta, aunque compleja, fue divertida. Obligó a profundizar más en los contenidos, porque ya no alcanzaba con explicitar la información o citar. Debíamos utilizar los datos de manera creativa, todo debía encajar para que lo artístico trasladara de manera correcta los conceptos teóricos.
Creo que fue satisfactorio invitarnos a realizar una nueva forma de examen, que la ruptura de lo tradicional renueva las perspectivas de lo conocido y de lo que hay por conocer y que orienta sobre la implementación de nuevas técnicas de evaluación al interior del aula, lo cual es sumamente útil en nuestro entrenamiento como docentes.

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