Primera reacción
¿Un cielito? ¿Un diálogo platónico? ¿Una obra de
teatro? Si ni siquiera conozco los
géneros, tendría que volver al CBC, al Banquete,
a los fragmentos de La república. Sinceramente,
no entiendo qué pretende esta cátedra con el parcial. Elijo la escena teatral,
si de hecho la sala de profesores como espacio es digna de una obra de teatro.
Escribiendo.
La hoja en blanco me resulta mucho más blanca en
esta consigna que en la primera, donde hice un recorrido por las prácticas de
la enseñanza de lengua y literatura en Argentina. Me resulta llamativo porque
no soy ajena a escribir ficción; ¿por qué es tanto más fácil arrancar un texto
expositivo, con mayor densidad teórica, que uno como este? Supongo que
descoloca pensar en escritura de ficción y evaluación de conceptos teóricos en
una misma producción. Es más, pensando en mi práctica docente, los momentos más
complicados para plantear una evaluación son las consignas de escritura. ¿Hasta
qué punto coartar con la norma esas producciones de las que los alumnos suelen
estar tan orgullosos?
Elijo los personajes, los tomo de mi práctica
docente: colegas, coordinadoras de estudio. Estereotipo en esos personajes
algunas posturas teóricas para posibilitar el intercambio de ideas y, en menor
medida, el conflicto. Escribo una, dos hojas y me destrabo. La escena fluye y
no sé muy bien si estoy respondiendo adecuadamente a la consigna (veo, en rojo
o en verde, el clásico “no responde adecuadamente a la consigna”), pero sigo un
poco más. Si se titula “la ficción”, supongo que estoy encaminada; por lo
menos, camina. Escribo un poco más como bajando una pendiente, ya sin esfuerzo.
La hoja se llena de palabras. Guardar como. Imprimir. Entregar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario