La
escena con la que se cierra la “Ida” del Martín
Fierro quizás represente el primer gesto punk de la literatura Argentina.
Romper el pacto comunicacional signifcó, para un Hernández aun crítico con los
proyectos de Avellaneda y del Partido Autonomista, violar la continuidad de la
lectura. Se leía hasta que el gaucho lo deliberaba. Para el parcial de
Didáctica Especial, tuve que recuperar ese acontecimiento ficcional pero con
fines críticos, teórico-criticos: desenrollar la bibliografía teórica dispuesta
para esa cursada pero desde un soporte literaria. ¿Cuáles son los límites de lo
literario? Aun desmarcándose de los estigmas cientificistas que los formalistas
rusos pretendían, como escritores académicos aun cuesta pensarnos, imaginarnos,
representarnos. Quizás, el afán de reproducción de discursos homologados, de
metodologías estilísticas que los géneros evaluatorios nos exigen, oculta el
rol activo de nuestra participación como estudiantes. Más ocupados en las
consecuencias inmanentes e intelectuales que produjo la escritura de Freire que
en los casos (en un devenir propio del régimen de experiencia), territorios,
sujetos que su obra dejó tatuaje, la disyuntiva que planteaba Perlongher (otro
lector a contrapelo de nuestra gauchesca) en cuanto al neobarroco caribeño y a
nuestro neobarroso laborghiniano sigue vigente: tajo o tatuaje. ¿Cuál es la
profundidad o el efecto de profundidad de nuestras lecturas? ¿Una mimetización
con el horizonte enciclopédico del docente? ¿Una construcción inalcanzable de
la distribución de conocimientos y discursos? De algún modo, sacarnos del
soporte monográfico al cual estamos tan y mal acostumbrados, al menos en mi
caso, me obligó a reflexionar sobre los alcances del estatuto ficcional como
molde evaluativo. ¿Repetir o producir? Cuestiones poco Shakespearianas, porque
para el escritor isabelino no se podía no ser hijo, era lo inevitable. Nosotros
sí podemos, como alumnos, reapropiarnos de una práctica congelada,
extraterritorial: la de la escritura universitaria contigua a la escritura de
ficción. Cuando me refiero,
metafóricamente a romper con lo vedado, pienso críticamente el parcial de
Didáctica Especial y mi trabajo como docente: ¿por qué no ensayar sobre lo
prohibido? Correr los límites: los límites como alumno que libera la pulsión
textual de su escritura de las cajas y los moldes “mono-ambiente” que la
universidad reproduce. ¿Repetir o producir? Producir.
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