A fin de mostrar muchos de los conocimientos
didácticos que adquirí durante la cursada de Didáctica Especial para
Profesorados, y de cruzarlo con la bibliografía teórica, opté por escribir un diálogo
a la manera de diálogo-platónico, pero opté por poner los contenidos de los
textos y de las clases teóricas y prácticas en voz de personas comunes y
corrientes, personas que se encuentran de pronto en el paro de un tren.
En efecto, me sirvió mucho recurrir a mi propia
experiencia como docente iniciado: muchas de las cosas que aprendí fueron
gracias a compañeros de trabajo, a profesores de la materia, a alumnos… pero
también aprendí mucho gracias a comentarios y sugerencias de cualquier otra
persona. Valoré, por decirlo de alguna manera, el sentido común, algo que generalmente queda por fuera de la
bibliografía teórica sobre la enseñanza y el aprendizaje. Creo firmemente que
este sentido se encuentra siempre cruzado por principios ideológicos, políticos,
etcétera, y que en todo caso nuestro propósito como docentes y como
investigadores de la didáctica es guiar y coordinar estos valores; pero en el
fondo, el sentido común, el deseo de enseñar y de aprender en la enseñanza, un
principio casi de fe que uno deposita en el conocimiento, ésa es una potencia
casi innata en los seres humanos. O bien esto es lo que yo creo, o lo que me
demostró mi experiencia como docente, como alumnos y, sobre todo, como persona
que tuvo que recurrir, muchas veces, a un simple consejo de un amigo, de un familiar, de un conocido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario