miércoles, 21 de noviembre de 2012

Piedra libre la ficción . Patricia Signorelli




Bien, definitivamente acabo de encontrar el escondite de la ficción en esta facultad. Perdón. Me expresé mal, esta facultad desborda ficción, chorrea por todos los rincones, los que tienen luz y los que no tanto, pero siempre es ajena, consagrada, más o menos canónica,  jamás personal.

Estudiantes críticos e intelectuales  ¿Creativos? mejor que no se note.  No fue sólo el parcial lo que me hizo reflexionar acerca de la escritura ficcional  dentro de esta facultad. Sino todas las escrituras que se fueron haciendo durante el año. Principalmente porque fueron hechas para ser leídas, aunque nosotros no lo supiéramos desde un principio. Leímos y nos leyeron. Eso nos expuso  -nada más y nada menos- que a nuestros compañeros. Y lo peor: a nosotros mismos frente a una hoja en la que debíamos escribir con un “saber” algo totalmente distinto a lo que sabíamos.

No existe el talento, no se nace con un don que activamos cuando lo necesitamos. Escribir implica una práctica. Y por favor, no me saquen de la monografía, de la hipótesis, del desarrollo y la conclusión. A lo sumo un ensayito. Bueno, bueno para que te voy a mentir ME ARRUINÁS LA VIDA  pero  si me dejás usar la tercera,  lo líquido…

Escribir implica decidir,  poner en palabras una idea, también animarse a jugar.  Escribir implica aprender. Asumir la dificultad de crear, por ejemplo,  un texto en el que existan distintas voces, seguramente termine siendo una excelente forma de  reflexionar acerca del valor del narrador, de sus transgresiones, del montaje, etc. La mayoría de los estudiantes concurren a talleres literarios por fuera de la facultad y  escriben aunque no lo digan. Pero tampoco hay en FyLo un espacio de circulación textual que contemple las escrituras de los alumnos. Ni siquiera el centro de estudiantes, fuera de actividades muy específicas,  promueve actividades que logren un alcance significativo.

La lectura crítica, en la que esta facultad nos forma, no puede reponer la totalidad de un texto. Creo que hay una experiencia que se logra desde la práctica en torno a la escritura ficcional que construye un lector distinto o por lo menos más competente.

No sé, ni creo que todas las materias deban tener propuestas  de  escrituras creativas en sus programas. Pero creo firmemente que debería ser una preocupación de la carrera generar espacios dentro del plan de grado para que esto suceda, como elemento fundamental para la formación de críticos literarios, investigadores, o profesores de letras.

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