Es
lindo sentirse descontracturado en un parcial… sentir que uno está haciendo
algo que requiere de imaginación, de ingenio, de un poco de locura. Yo en un
parcial de didáctica escribí una breve obrita de teatro llamada Esquizofrenia
Didáctica 4.48. Cuando iba leyendo los textos me agarró una especie de tortura
mental de tantos autores, tantos decires y diretes. Me imaginé una obra
vanguardista, subsidiaria del teatro del absurdo, una obra parecida a La maquinaria Macbeth o a Psicosis 4.48. Decidí crear un personaje
M. M. que estaba fuera de sí dando un monólogo esquizofrénico- didáctico
interrumpido por las autoras de la bibliografía, que analizaban, cual
psiquiatras, a este personaje. No me fue muy bien en el parcial porque a la
profesora le pareció que le faltaba un conflicto… Yo creo que hace años que ya
nos olvidamos del conflicto en el arte, sino ¿Qué sería de Discursos sobre nada de John Cage? ¿Diríamos que no es literatura?
¿Qué pasaría con Not I de Beckett?
¿Diríamos que no es teatro porque no tiene un conflicto? En fin… no me voy a poner
a discutir porque no da… menos en mi blog… Lo que sí creo es que está bueno
que, por lo menos, en un momento de la carrera nos crean posibles autores de
ficción. Es difícil encontrar eso, sobre todo en una carrera que forma
“críticos” no autores. Muchas veces, por los pasillos, escuché esa muletilla:
“formamos críticos, no autores” y la gran mayoría de las veces, también, la
literatura se deja en segundo plano. Tenía un amigo que antes de ir a un
parcial leía sólo los textos críticos y no leía las novelas. Le iba mejor que a
mí que me tragué toda la Comedia Humana
de Balzac. No sé… creo que es mejor dejar las cosas como están… no quiero
seguir embarrandome más, es la última materia que doy y me quiero ir rápido de
ese lugar siniestro que algunos llaman Puán.
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