jueves, 29 de noviembre de 2012

Escribiendo ficción en la universidad (o charlando con Pierre Bourdieu y compañía) Romina Lettieri



Cuando se te presenta una consigna tan inusual en el ámbito universitario como lo es la que te propone escribir un texto de ficción en la que los personajes son autores académicos, algunos de ellos muy conocidos, lo primero que se puede sentir es extrañeza, y eso fue, de hecho, lo que sentí. Sin embargo, al mismo tiempo sentí entusiasmo, dado que en la carrera no solemos pensarnos como autores de ficción (creo que la mayoría habremos escuchado el famoso “acá no se viene a escribir” que nos espetan ni bien pasamos el umbral del CBC) salvo quizás en ámbitos más “alternativos”. Además, planteaba una alternativa a la fría cita con la que en general incluimos a estos autores en nuestros trabajos. Pensar una paráfrasis en clave ficticia, tomando las voces de los autores y transformándolas en “coloquiales”  generó un modo diferente de relacionarse con esos textos, que fueron más que meros textos de apoyo; en el caso de mi texto, un diálogo platónico, su inclusión le daba forma al texto mismo.
Tomar un problema relacionado con la enseñanza de la lengua y la literatura, imaginar un personaje con ese problema en la cotidianidad de la escuela y ponerlo a intercambiar opiniones con los autores que uno lee en su escritorio o en el colectivo, en silencio y subrayándolos, fue una manera de generar otro acercamiento a sus textos, de ponerlos en relación no sólo unos con otros sino también con los problemas, los dilemas y las quejas que puede tener a diario un docente de lengua y literatura.
Por otro lado, el tener que atenerme a los textos escogidos por la cátedra y a los géneros literarios por ella propuestos, me hizo pensar en la cuestión de los límites a la hora de escribir, que son en definitiva los que hacen posible la escritura. Mientras escribía el diálogo pensaba en que cada autor le da su impronta a cada texto, que cada uno tiene su propio estilo (más allá de seguir las formas características de los géneros académicos) y que esto debía verse reflejado en sus participaciones en mi texto de ficción. Por eso era importante seleccionar no sólo aquello que fuera más acorde al problema planteado sino también lo que reflejara las ideas generales de sus textos y sus propios estilos, para que esto les diera forma como personajes.
En pocas palabras, una forma poco habitual de lectura y escritura de textos académicos que permite otra manera de interpretarlos y relacionarnos con ellos.

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