El
último tramo de la carrera. Hace dos años que trabajo como profesora, a pesar
de que todavía no lo soy. Comencé el recorrido final del camino que le pgondría
título a eso que intento ser con un parcial que me pedía escribir ficción.
¿Ficción en una materia que me prepara para ser docente? ¿Para qué me sirve
escribir ficción?
No
sólo en el parcial, ya en el primer módulo de la cursada nos habían pedido que
escribamos ficción, lo mismo en Didáctica General. ¿Para qué me sirve escribir
ficción si no voy a enseñar a escribir ficción? No se puede enseñar a escribir
ficción, no se puede enseñar y no se puede evaluar. ¿Y por qué no? Si me están
pidiendo que escriba ficción y la van a evaluar es porque se debe poder.
Me
sentí uno de mis alumnos. Qué divertido es hacer ficción, pero qué molesto es
hacerlo a partir de una consigna. ¿Y por qué tiene que ser molesto? La consigna
es sólo un punto de partida, todavía estás escribiendo ficción, todavía es
divertido. Pero no sé por dónde empezar, ¿cómo lo puedo hacer?, ¿qué me van a
corregir?, ¿cómo lo van a corregir? Alguna trampa tiene que haber.
¡Pero
me están pidiendo que use la bibliografía teórica para escribir ficción! ¡Eso
no es ficción, es un trabajo de análisis disfrazado! Aunque, ¿no será que en
realidad los trabajos de análisis son ficciones disfrazadas? Pongamos a dos
expertos en una tema a discutir; si dos personas pueden tener lecturas tan
diferentes sobre una misma realidad, ¿no estaremos creando ficción sobre esa
realidad que analizamos? ¿No sería sencillo pensarlos como dos personajes de
una comedia de equivocaciones? ¿Cuántos ejemplos en las ciencias hay que se
parecen a una comedia de equivocaciones?
¿Entonces
me pasé toda la carrera escribiendo ficción? ¡Que no digan después que en
Letras no se enseña a escribir ficción! Sólo la disfrazamos un poco, le ponemos
una pizca de lenguaje formal, una cucharada de márgenes prolijos, otra de
interlineado y bibliografía a gusto.
¡Pero
me están pidiendo una consigna que no tiene nada que ver con nada! Me sentí
otra vez uno de mis alumnos. Analizá estas veinticinco oraciones y después
escribí un cuento fantástico. Decidite, ¿qué me vas a enseñar? ¿Y por qué
no todo junto? Teoría, práctica, ficción, ¿qué tenemos que aprender?, ¿qué
tenemos que enseñar?, ¿qué me van a evaluar? ¿La historia?, ¿la estructura?,
¿la bibliografía que usé? ¿Por dónde empiezo? Empezá por lo más natural y lo
más difícil: hacer ficción, empezá por eso que olvidaste en la carrera porque
estabas concentrado en estudiar bien la bibliografía, cuidar el lenguaje formal
y emprolijar los márgenes. Y acordate cuando enseñes de que uno no enseña a
hacer ficción, eso ya lo sabemos naturalmente, enseñá a pensar la ficción, a
reflexionar sobre ellas y sobre todas las cosas que abarca. Como un trabajo
académico lleno de autores y márgenes prolijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario