jueves, 29 de noviembre de 2012

Escritura de ficción, una puesta en escena Florencia Escade




            La situación de evaluación suele ser tensa. Ya sea oral o escrito, presencial o domiciliario, suele vivirse con cierto nerviosismo, en el mejo de los casos…nerviosismo extremo, para la mayoría.
            Es verdad que, con el paso del tiempo, la situación se vuelve tan habitual que le vamos perdiendo miedo, de a poco comenzamos a naturalizar ese momento ingrato al punto de actuar de manera automática: recibimos las consignas, ponemos Times New Roman 12, interlineado 1, 5 y arrancamos a escribir.
            Todos tenemos nuestros caballitos de batallas, algunas frases hechas que parecieran salir solas, siempre en el momento indicado porque la estructura se repite. Frente a tanto automatismo, el momento ostranenie al recibir una consigna de parcial que propone abordar bibliografía teórica desde géneros pocos convencionales a la hora de evaluar como ser el diálogo platónico, el cielito o la escena teatral.
            Un poco de sorpresa, algo de desconcierto…pero, con todo, hay que arrancar. Y lo que empieza como una incógnita poco a poco va tomando forma. Apenas comencé a escribir mi escena teatral me encontré reflexionando sobre mi propia escritura. Así como los estudiantes de mi escena manifestaban que a través de ciertas actividades de escritura podían reflexionar acerca de la construcción del boxeador Justo Suárez en Torito de Julio Cortázar, yo me encontraba frente a la computadora tratando de encontrar las palabras exactas para “hacerlos hablar” como adolescentes. 
            El trabajar con un género no convencional para llevar a cabo una evaluación me permitió poner en práctica aquello mismo que estaba planteando a nivel teórico siguiendo a Bibbó: la importancia de la escritura de ficción como herramienta para reflexionar no sólo sobre la literatura sino también sobre la propia práctica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario