viernes, 23 de noviembre de 2012

...Maia Escobar



Si el propósito de toda esta cursada y, en particular de la actividad que licuaba o contaminaba géneros, era demostrar que la transposición didáctica sobre la que hablamos es una tarea que compromete hasta la última fibra y sacude las estanterías y bibliotecas privadas, lo logró. En efecto, lo logró revolviendo en mi interior los despojos que una vieja y propia historia escolar dejaron anclados.
Me preguntan qué es lo que pensé cuando tuve que licuar géneros, y yo me recuerdo tan sorprendida como molesta. Tan dudosa como negada. “¡Que se dejen de hinchar!”. “¿Cómo hago con esto?”. “Ya fue, que salga como salga… es como un cuentito”. Y así escribí, a medio convencer. Medio desconfiando. Medio mariconeando. Cumplí.
PERO, sin embargo, como sucede con tantas cosas que con el tiempo se sazonan, ahora, y volviendo un poco atrás la cabeza, puedo sentir el gustito.
Porque ¿por qué explicar teoría desde la teoría? ¿desde dónde pesa tanto esa necesidad? y luego: ¿por qué no utilizar la ficción como medio para llegar a la teoría? O, lo que es aún mejor: ¿por qué no utilizar la ficción como medio para llegar a la práctica? Y, oyendo el principio de economía del lenguaje: ¿por qué no practicar desde la ficción?¿eh?

Y ahora, un descargo.
Una, es presa de la costumbre, y eso es algo que la misma costumbre nos hace creer, es el libro de texto que leímos durante toda la escolaridad: lo fácil es tentación. Pienso que enseñar es mucho más que amoldarse a lo dado, aunque ocurre que a veces lo dado insiste, desde la institución de los géneros; y resulta que sólo las crisis,  más de una, en el relativo poco tiempo que llevo haciendo de docente, y el esfuerzo por salir de ellas puede, creo, ahora, pero a largo plazo, dar lugar a nuevas formas, nuevos géneros, y gritos fuertes de trabajo que no sean vanos.
Creo que este esfuerzo, el de licuar géneros y construir y compartir conocimiento a partir de un nuevo gustito, es un poco la función que como docente busco. Yo no sé si lo estoy consiguiendo, pero creo que todo esto es, sí, la expresión de un intento que por ahora, en mi caso, quizás late solo en el terreno del esfuerzo.

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