Lo que me pasó cuando estaba escribiendo la escena de la
obra de teatro para el parcial fue que me costó mucho congeniar la escritura de
“ficción” con los saberes académicos que debía volcar en ella. Me dí cuenta de
que estaba muy acostumbrada a que el conocimiento académico estuviera
“contenido” en un texto académico con todas sus características y se me
resultaban irreconciliables otros géneros. Incluso llegué a pensar, al
desarrollar la escritura, que parecía una de esas narraciones que pretender
transmitir una enseñanza encubierta y que terminan siendo grotescas por lo
evidente.
Escribir el principio fue lo peor de todo, no sabía bien
sobre qué tema académico iba a tratar, aunque sí tenía la idea ficcional. Una
vez que empecé se hizo más sencillo, pero cuando termine la escena noté (y la
profesora que me lo corrigió también lo notó) que en el intento de poner TODO
lo que quería sobre un tema, terminé forzando demasiado la historia e, incluso,
creo que quedó bastante intragable. Sumado a esto, yo no soy del área de
literatura y siento una especie de déficit cuando tengo que ser evaluada en
algo relacionado con eso.
Otra de las cosas que me pasaron con esta consigna fue que
no entendía bien qué se pretendía o cómo podían evaluar algo así. Obviamente
esto lo pensé porque nunca había tenido que resolver en un examen una consigna
como esa y de ahí viene el deseo mío, medio desesperado, de intentar meter en
el límite de hojas dado y de cualquier forma en la historia, la mayor cantidad
de contenidos académicos posible. Seguramente, si tuviera que resolver en otra
oportunidad una consigna semejante lo haría más relajada e incluso, ¿quién
sabe?, podría llegar disfrutarlo.
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