La escritura de ficción y la escritura académica solo parecen tener una forma de relacionarse en la Facultad: la segunda, más elevada y refinada, es el metalenguaje de abordaje de la primera. Es claro que el lugar del alumno-escritor se transforma lentamente en el alumno-crítico literario, que parece ser el gran perfil del estudiante de letras. En este sentido, incluso, no hay espacio para el alumno-docente. Por otro lado, la práctica docente suele definirse como tal: como una práctica cuya única fuente de referencia es la sabiduría de las hora-cátedra al frente de un curso.
En este contexto, Didáctica especial se propone como una materia en la que se lee sobre una práctica que no se tiene, donde se escribe desde el lugar del alumno-escritor y no desde el lugar del alumno-crítico. Parece entonces que la clave de este cruce que sorprende al cursante es lo lúdico, en tanto, escribir una ficción como respuesta a un parcial es algo que invita a la creatividad y lapuesta en práctica de lo lúdico. El problema adicional es que los géneros lúdicos no permiten el aparato de trabajo con el que el estudiante se siente respaldado: las citas de autoridad, el epígrafe culto, la referencia bibliográfica y la confrontación, el apud, el cfr. y el i.e. que tan elegantemente enriquecen un trabajo monográfico o un parcial. La bibliografía de Didáctica entonces es un conjunto de textos que no van a ser evaluados de acuerdo a las normas que el alumno-crítico conoce sino que son textos que interrelacionan la teoría pedagógica y la experiencia.
En consecuencia, no es extraño que un parcial de Didáctica pida por medio de la escritura lúdica, de una ficción, la puesta en evidencia de una serie de textos que trabajan la teoría y la práctica. De esta forma, la bibliografía se hace parte de una experiencia, en la que la creatividad y lo lúdico serán fundamentales, porque lo cierto es que cuando se esté al frente de una clase no se podrá responder diciendo “XX (1978: 22) señala que en una práctica pedagógica…” sino que la repuesta orientada hacia la práctica deberá contener una serie de saberes que, no por no decirse explícitos, estarán ausentes. En consecuencia, los modos de apropiación de la bibliografía en el parcial de Didáctica son consecuentes con las expectativas y el tipo de práctica que se espera lleven adelante los estudiantes: construir una nueva forma de la enseñanza de la lengua y la literatura, salir de los medios tradicionales de abordaje y reflexión y terminar también con el alumno-crítico literario a favor de un docente integral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario