Cruzar la escritura ficcional con la bibliografía teórica, esa era la consigna. Lo interesante es que se proponían temas y textos, pero no se imponía la utilización de ninguno. Las consignas de los parciales suelen proponer los textos que deben trabajarse, por lo tanto la posibilidad de elección se reduce. El hecho de tener que cruzar la bibliografía teórica con la ficción hace la consigna aún más libre y al mismo tiempo, pone en juego otros intereses del alumno: la escritura ficcional. Éste tipo de escritura suele dejarse de lado en la carrera de Letras, las consignas apuntan hacia respuestas de carácter ensayístico.
Al proponer otro tipo de consigan se busca que los alumnos se apropien de los textos de una manera diferente. Eso se observa no sólo en la consigna del parcial mencionada, sino en muchas de las consignas que se proponen dentro del marco de la cátedra, una intención permanente de buscar que los alumnos entren al texto y que lo hagan funcionar de una manera diferente.
El modo de apropiación de los textos, que suele ubicarse en la instancia de parcial, tiene una característica común en la mayoría de las materias de Letras. La idea es contraponer textos, pensarlos en paralelo, discutirlos, pero siempre desde una mirada que se acerca al ensayo. La estructura está determinada, cerrada. Incluso los textos suelen ser determinados en la consigna, las libertades del alumno para responder están un tanto acotadas.
Con consignas de este estilo no sólo se pone en el centro una tipo de escritura diferente (que es de gran interés para la mayoría de los estudiantes), también otros modos de apropiación de los textos surgen del entrecruzamiento. Romper el molde establecido de las consignas para ampliar los límites de la misma es darle mayor libertad a las respuestas.
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