viernes, 10 de diciembre de 2010

Alejandro Zawislak-Lectura crítica y crítica de la práctica


Desde mi perspectiva, los modos de apropiación de los textos de la bibliografía de la cátedra implicaron una relación problemática (como debe ser). Por un lado, la “lectura” de los textos tiene dos características: el alumno de Letras tiene que reflexionar sobre la Enseñanza-aprendizaje (algo que no se acostumbra hacer) y tiene que hacerlo de manera teórica sin (en general) estar atravesado por la experiencia práctica. La “apropiación” de los textos de la bibliografía se produce cuando uno encara la práctica y tiene que pensarla desde otra perspectiva: pensar cómo se enseña un tema (del cual, además, el estudiante de letras tiene un conocimiento en profundidad) no es ni remotamente parecido a reflexionar sobre la forma en la que el alumno (otro estudiante) realiza el proceso de aprendizaje. Creo que lo más importante (incluso más allá del conocimiento teórico de la Didáctica) que me brindó la materia fue la posibilidad de darme cuenta de que la reflexión sobre la práctica docente es necesaria, y además, es la que permite el desarrollo de una forma dinámica de trabajo: la reflexión transformadora.

jueves, 9 de diciembre de 2010

...-Rodrigo Hermida Liuzzi

Siempre produce picazón en el oído estudiantil encontrarse con metodologías que se “salen” de lo canónico porque la rutina parece que nos da seguridad: queremos que nos tomen 5 preguntas para responder sobre lingüística o literatura y los profesores. En muchas ocasiones a los profesores también les sirve y nos dicen el examen es sólo cotejo.

En muchos teóricos y prácticos en la Carrera he escuchado clases maravillosas y lecturas totalmente originales. Si lográramos que toda esa originalidad pasar a las instancias evaluativos sería estupendo.

Cruzar ficción con bibliografía a evaluar es una forma de empezar a pensar las cosas de otra manera, Recuerdo que una vez me dijo un profesor durante un final que el mismo es un espacio de aprendizaje y durante esa oportunidad nos quedamos dialogando de ciertas relaciones que se podían establecer entre los autores del programa y ciertos textos. Las mismas todavía las recuerdo y me han servido en muchas ocasiones lo cual implica que salirse del canon es una muy buena estrategia para abordar el aprendizaje.


Aguafuerte (1)-Marcela Domine

El parcial de didáctica logró sorprenderme: escribir un cielito! o una aguafuerte! Después del colapso inicial, debo reconocer que un parcial como este es creativo, no permite el famoso “cortar.pegar”, pero además implicaba una elaboración de los temas y una lectura profunda de los textos de la bibliografía de la cátedra.

Creo que la idea fue buena. Algunos pueden decir que era complejo, o poco académico pero a mí me pareció inteligente y creativo (de hecho, los alumnos más creativos hicieron el cielito). Al escribir el aguafuerte sentí que: debía conocer los textos teóricos, y también debía proponer estrategias de exposición para acercarlos a un público “masivo” o no especializado. Tener una escritura atractiva e imaginar un lector (qué educación tendría, qué palabras serían más afines, qué conocimientos tendría sobre la cuestión).

La propuesta de parcial se relacionó con transformar el saber académico en otra cosa que implicaba el saber enseñado porque en realidad respondía a la pregunta: cómo enseñarías esto a un público no especializado, pero también a un lector especializado. En la respuesta a la pregunta y en el cruce de los dos receptores estaban nuestras estrategias y la comprensión del tema a desarrollar.

Finalmente, implica una elaboración importante de los temas del programa por parte de la cátedra para poder proponer esa forma de evaluación y un eje lúdico en la idea de que se podía evaluar haciendo algo divertido!

(1)NO TENGO MUCHA IDEA SOBRE BLOGS Y BLOGGERS. PERO LA PROPUESTA ME INTERESÓ Y ESTO ES LO QUE HICE.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

...-Lorena Gall

Creo que la consigna solicita que hagamos algún tipo de reflexión a propósito del hecho de que la cátedra propuso que reuniéramos en la misma producción textual la escritura de ficción con la escritura universitaria más convencional que suele hacerse sobre un corpus de textos académicos. Supongo también, que se refiere con esto a la segunda consigna de nuestro primer parcial, en la que se nos solicitaba que escribiéramos un cielito patriótico o un diálogo socrático en torno a algún problema de la enseñanza de la lengua y la literatura. En realidad, esa fue, para ser exacta, la primera actividad que se me vino a la mente cuando leí las preguntas de este segundo parcial, pero luego, conversando con una compañera de la comisión, nos dimos cuenta de que otra de las consignas, tal vez aquella que tuvimos que entregar en una primera instancia a modo de informe a partir de observaciones directas de un docente de secundario, también podía contener ciertos elementos de ficción. Me refiero con esto a que ya en aquella pregunta se nos solicitaba que repusiéramos una escena del aula, más bien un corte significativo de una escena del aula y luego pasáramos a analizar los aspectos que fueran relevantes para el tema que nos proponíamos iluminar. Y si bien en toda producción textual, aún en la más convencional dentro del registro académico, hay un recorte, y por lo tanto una intervención en los textos que no es parte de los textos mismos, y que supone un plus de inventiva, acaso de ficción sobre la lectura, es mucho más notable, la manera en que esto se filtra cuando intentamos escenificar algún registro etnográfico, como el que nos tocó realizar entonces. Eso es lo que más disfruté de esta materia y fue este un recurso que también me sirvió para contestar la pregunta anterior de este parcial, que solicitaba algo parecido.

En cuanto a la producción del cielito patriótico, creo que lo que me interesó fue la posibilidad de tener que pensar de manera sintética y picaresca, es decir, con distancia, una cuestión fundamental como es la enseñanza de la lengua y la literatura en el secundario. Fue la consigna que más rápido respondí y con la que más empatía tuve, y creo que esto se debe a que mi naturaleza se inclina más bien por este tipo de registro, cómico y crítico y no tanto riguroso y solemne y también creo que esto nos obliga a problematizar los temas de una manera más profunda que cuando podemos explayarnos conceptualmente en una respuesta clásica.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Gerundio esquivo- Marta Roldán

Con el tìtulo “Gerundio esquivo” intento aludir a una de las pràcticas de enseñanza que tuve que desarrollar en el Normal 1, sito en Còrdoba y Ayacucho. Recuerdo que cuando tuve que armar el guiòn de clase para la mencionada pràctica, me costò mucho trabajo desprenderme de mis concepciones acerca de la enseñanza de la lengua y la literatura. No se me ocurrìan ideas que dejaran a un lado las nociones bàsicas de la sintaxis y la semàntica firmemente arraigadas en mi cerebro. Por màs que lo intentaba siempre caìa en lo mismo: decir que el gerundio cumplìa funciones de adverbio y, por lo tanto, funcionaba como circunstancial. Tras buscar ideas inùtilmente en El nuevo escrituròn y manuales de escuela media, comencè a rastrear textos por internet que abusaran del gerundio. Una compañera de trabajo, que me ayudò en la bùsqueda, encontrò una canciòn denominada Gerundio que decidì utilizar. Por mi parte, al no hallar nada factible de ser usado en la pràctica, optè por transformar una noticia periodìstica, que tenìa a mano, conjugando todos los verbos en gerundio. De màs està decir que el texto quedò desagradable para la vista. Con esto busquè que las alumnas pudieran percibir los efectos negativos asociados con el mal uso del gerundio. Ademàs, para completar mi guiòn de clase, armè un texto corto de ficciòn donde habìa proliferaciòn de gerundios. Finalmente, dì mi clase utilizando la canciòn, el texto transformado y el relato de mi autorìa. Me costò mucho esfuerzo no impartir una clase meramente expositiva. Sè que tengo que desprenderme del modelo de enseñanza antiguo, si pretendo que mis clases sean exitosas. A pesar de todo, y pese a que me hubiese gustado tener mayor cantidad de pràcticas, creo que el resultado fue satisfactorio: pude vencer las barreras de la timidez y estar parada frente a un auditorio.

A partir de la experiencia narrada, comencè a reflexionar acerca de lo dificil que resulta desprenderse de las concepciones arraigadas en torno a la enseñanza de la lengua y la literatura. Sè que ve me va a costar adoptar una forma de transmisiòn de conocimientos que trascienda el rol expositivo del docente, pero lo tengo que intentar. Tambièn sè que debo dejar a un lado el modelo de enseñanza impartido por mi antiguos profesores de lengua. Asimismo, hay otras cuestiones que me desvelan. En un curso del CEPA, dictado por la profesora Valeria Sardi, tuve la oportunidad de acceder a textos reales escritos por los alumnos de mis compañeros docentes. A partir de estos textos, pude comprobar que los chicos escriben con muchos errores de ortografìa y puntuaciòn. Esto se debe, en muchos casos, a que hay una proliferaciòn de alumnos hijos de inmigrantes que en su hogar hablan otras lenguas. La profesora Sardi nos aconsejò que, a la hora de evaluar los trabajos de los estudiantes, tuvièramos en cuenta el acervo cultural de cada uno. Asimismo, la docente nos pidiò que valoràramos cuestiones tales como la capacidad para armar una historia coherente o la creatividad. La pregunta que me hago tiene que ver con los medios con los que contamos los profesores de lengua, para mejorar la escritura de aquellos chicos que tienen al español como segunda lengua. Creo que los docentes deberìamos estar capacitados para afrontar los problemas suscitados por la diversidad escolar.

En lo que concierne a la enseñanza de la literatura, creo que si el docente elige adecuadamente los textos a ser leìdos en clase tiene gran parte del camino allanado. Se trata, tambièn, de tener presente la disponibilidad del material con la que se cuenta en las clases. Pude comprobar que la tarea del profesor se dificulta enormemente cuando los alumnos no pueden conseguir, por sus propios medios, los textos solicitados. Asimismo, creo que la implementaciòn de implementaciòn de talleres literarios, la proyecciòn de pelìculas afines con los textos vistos en clase y los debates serìan herramientas de suma utilidad..