El cruce de los textos teóricos con un género de ficción me llevó en primera instancia a elegir un punto de vista diferente, vaciar mi subjetividad como alumno de la cátedra y de Letras para repensar esos conceptos en función de la transmisión de saberes de la Lengua y la Literatura. Imaginé como serían las horizontes de lectura y escritura en sujetos con poca o ninguna trayectoria o con ningún ejercicio de estas habilidades y cuya relación con lo que amo es a través del deber ser (aprobar una materia del secundario)
Resultó interesante el hecho de desarmar los sentidos más comunes para mí porque permitió la emergencia de otros problemas, de no haber mediado una mirada que extrañara el menos común de todos los sentidos, aquellos no habrían tenido lugar en este trabajo.
Hacer dialogar los propios saberes con los saberes “otros” de otros dio lugar a un cruce desestabilizante y prometedor. Así en la experiencia de Instituto uno de los resultados fue cruzar la lectura de un cuento de Walsh, “Corso”, los conocimientos de los oyentes sobre el carnaval y las anécdotas que rondan este evento folklórico para combinarlos en un paso de comedia de lo más original.
Creo que la modalidad propuesta por la cátedra hizo visible la posibilidad de convivencia entre distintos tipos y géneros textuales de manera fructífera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario