Lugar donde se realizó la práctica: Escuela media N°8 (ex Nacional de San Isidro). Es una escuela que presenta una situación educativa particular, después de varios años de funcionar según el plan de los Colegios Nacionales gracias a una carta de intención de la UBA, el año pasado esa intención caducó y hubo una gran parte de la comunidad educativa que luchó para que la escuela no fuera absorbida por la LES y guardara sus características educativas de Colegio Nacional. En abril de este año, en La Plata decidieron a favor de este último grupo.
El curso es 3ero. 2da. Turno mañana. Son 26 alumnos en total. Los cursos se dividen por idioma elegido, y 3ero 2da está formado por quienes optaron por italiano.
Mi recorte de una situación significativa es más bien un collage: un doble recorte pegado. Ya que el grupo de alumnos que observé en la primera parte del año y con el que hice las prácticas es el mismo, me gustaría traer al presente una situación de aquel entonces, cuando los conocí, y una del mes pasado, entre las que encuentro relación.
La primera situación fue comentada en el ensayo de las observaciones: en la clase estaban comentando colectivamente la lectura de “Un parto insospechado” de Virgilio Piñera y la profesora tomaba nota de lo que iban diciendo los chicos. La conversación iba por los caminos de lo fantástico. Los chicos aportaban otras historias, en libros o películas, a las que les hacía acordar el cuento recientemente leído, debatían sobre la vida y la muerte, y las religiones; cuando en medio del debate, una chica, Abril, levanta la mano y opina: - “me parece cualquiera que sigamos hablando de esto. Está bien, el cuento está bueno, pero no da para hablarlo tanto, porque total no va a pasar.” Esta situación me parece significativa por varias razones: es una situación en la que se debate sobre literatura, donde se sale de los límites convencionales del saber escolar literario, y donde hay un espacio también para la incomodidad y la expresión de esa incomodidad. Esta situación da la oportunidad a la profesora de preguntar al grupo: “¿y no se puede hablar de lo que está fuera de la realidad?” y enriquecer la conversación aún más.
El segundo recorte que quiero traer es una situación del último día de las prácticas: Cuando hablábamos entre todos sobre la obra de teatro que estábamos leyendo, Seis personajes en busca de un autor, Santiago opinó: “al final en esta obra no pasa nada. Son sólo personajes, sin argumento”. Lo dijo medio enojado, a decir verdad. Sin embargo, este comentario sirvió como disparador y revitalizó el debate, abriendo otra arista: la conversación derivó en los límites de la ficción y la realidad, en mostrar el procedimiento, en el arte posmoderno, entre otras cosas. Y me sentí plena al estar casi ausente, participando de la conversación como uno más, porque esta conversación derivó en los temas que a los chicos, los compañeros de Santiago, le interesaban. Y resultó ser que a Santiago también.
Creo que estos dos esbozos juntos delinean lo que más me fascinó de la experiencia de las prácticas: realmente el conocimiento se construye entre todos, pensando, discutiendo, leyendo, opinando, y se construye sin demasiadas certezas, con los conocimientos y experiencias que cada uno de los veinticinco que estábamos en el aula.
Las incomodidades y desacuerdos nutren el debate, me atrevería a decir que más que las afirmaciones. Me encantó que en las dos situaciones existiera el espacio para que los chicos expresaran lo que pensaban, y que los compañeros los escucharan y expresaran a su vez sus ideas, porque son esas ideas las que construyen la clase.
Mirando retrospectivamente, muchas de las cosas que hablamos durante este año en el grupo de didáctica, existieron después en las prácticas. Cosas como el no subestimar a los chicos, que las inquietudes surgirían solas, el poner semillitas para ver qué sale de eso, en vez de exponer todo lo que me gustaría que salga a flote, todo eso pude comprobar en las prácticas, no sin miedo previo a que no me saliera.
Con el recuerdo como alumna de secundario de clases expositivas y cuestionarios para comprobar la lectura de tal o cual texto literario, estuvo genial haber probado estar del otro lado apostando a algo más, apostando al hacer entre todos. En las dos situaciones que recorto, se hizo crítica literaria entre todos, algo que creía imposible para un curso de colegio secundario.