jueves, 28 de noviembre de 2013

¿Inconsistentes?- Rosario Vallverdú





Pensé varias cosas simultáneamente cuando vi la consigna del parcial,  pero principalmente pensé “odio estas consignas disfrazadas con un cuentito que en realidad buscan comprobar lecturas o saberes académicos”. Me daba la impresión de que la ficción era una excusa descartable y de que lo que se evaluaba en realidad eran saberes teóricos. Pero cuando llegó la corrección con comentarios sobre la manera en que nos habíamos apropiado o no de la retórica particular de cada género (del cielito, o de la historieta, o del diálogo platónico, etc.), pensé “OK, son consistentes” porque me di cuenta de que el énfasis estaba en que hay saberes literarios que se ponen en evidencia en las consignas de escritura de ficción. Aprendí que la consigna de escritura supone un desafío retórico que implica poner en juego esos conocimientos literarios específicos. Hay cierta consistencia en escribir ficción para aprender sobre la ficción.
Pero por otro lado pensé, si consideramos que cada disciplina y cada situación generan formas particulares de escritura, que podríamos pensar en términos de géneros discursivos, ¿qué gaucho hablaría de conceptos de didáctica? No son muy consistentes. Parece haber una cierta inconsistencia en este intento de desvincular el discurso gauchesco de su tema y contexto forzándolo a los conceptos de los autores de la bibliografía y pareciera abrirse una brecha entre “forma” y “contenido”, entre escritura y disciplina. ¿Cómo “escribir o leer” didáctica sin tener en cuenta la retórica, la convenciones socioculturales de la disciplina? Si para aprender sobre la ficción escribimos ficción, para aprender didáctica escribimos didáctica, ¿o no?
Y me quedé pensando en esta última pregunta, porque si “aprender a escribir un escrito es desarrollar la práctica social correspondiente” (Cassany), entonces aprender a escribir didáctica de la literatura sería desarrollar esa práctica didáctica (más que académica). Y esa práctica didáctica que propone la cátedra se apoya fuertemente en la resolución de consignas de escritura de ficción como escenario de la puesta en juego de saberes literarios. “Son consistentes” pensé entonces, aprendemos didáctica practicando didáctica, y en esa resolución de consignas de escritura de ficción, escribimos la práctica didáctica.



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