jueves, 28 de noviembre de 2013

Escritura distendida ¡¿y las notas, profe?!-Juan Pablo Castro




Estoy convencido de que la escritura de ficción puede cruzarse con la escritura ensayística, dentro o fuera del ámbito académico. Uno de mis escritores favoritos, Ricardo Piglia, es la viva prueba de esto. Su proyecto literario, que puede englobarse por la fórmula “crítica y ficción” consiste justamente en esto.
Cuando se nos propuso escribir el parcial por medio de alguno de los géneros “extra-académicos” como son el cielito, el diálogo teatral o socrático, me pareció divertido. Me dieron ganas de escribir un parcial que de otro modo a lo mejor me hubiera parecido aburrido. Lo hice con gusto, entreverando chistes en las respuestas, gozando de la escritura y sin pensar en la instancia de evaluación o pasándola a un segundo plano. Me preocupé por algo que en las escritura de los parciales suelo poner en segundo plano y que no debería ser así: buscar las palabras apropiadas o ricas, en vez de poner todo en ese gris lenguaje burocrático en el que escribimos los parciales: “tanto esto como lo otro”; “en la medida que”; “en relación con”; “establecer”; “plantear” etc…
Así que en definitiva me divertí, me relajé, me gustó lo que escribí, lo releí, me reí, me copó.
No sé qué decir sobre la instancia de evaluación salvo que me generó ciertas dudas en cuanto a lo que podía ser la corrección de ese trabajo. De hecho todavía no conozco la nota del mismo, pero confío en que estuvo bien. Hay que ver qué parte del mismo evaluaron: si lo que a mí me gustó o lo específicamente relacionado con los problemas de la enseñanza (que por cierto también me interesaron: particularmente la problemática de la enseñanza de la escritura de ficción, que luego recorrería toda la práctica docente).

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