sábado, 26 de octubre de 2013

Una nueva forma para una ficción recurrente: imaginar criterios en Puán 480/ Federico Testoni





1. Imaginar la realidad
En la carrera de letras te evaluan a menudo contenidos que nadie te enseña. No es una novedad. No deberían hacerlo. No solo ahí se hace. Sin embargo, a veces incluso no se explicitan los criterios de evaluación. Eso es un poco más atípico. Ya seamos futuros lingüistas, críticos o filolólogos, seremos futuros docentes en la mayoría de los casos. Y seremos docentes que como estudiantes estuvimos acostumbrados a tener que improvisar las herramientas para aprobar un examen, a desarrollar una intuición acerca de qué es lo que están esperando de nuestros textos. Me acerqué a esta carrera disfrutando de la construcción de mundos imaginarios, ya sea como parte de una ficción o como construcción de una realidad. En ella me ví obligado a imaginar una lista de recursos que virtualmente sirvan para armar un texto que imagino se acomoda a la idea de un buen texto.

2. Ficcionalizar la teoría
En didáctica especial (cátedra Bombini) me encontré con con algo nuevo no solo para la facultad, para toda mi experiancia de haber sido evaluado. Una evaluación que consistía en redactar un texto de ficción, dentro de un género, que incluya contenidos teóricos vistos en la cursada, aemás el parcial convencional. Eso me reconectó con aquél impulso de leer ficciones, de entender mundos imaginarios que me pegó a esta carrera. Ví una oportunidad, además, de decir creando. Sin embargo, los viejos problemas se mostraron apenas abierto el procesador de texto. ¿Cómo? ¿Hacia dónde?

3. Incertidumbre.
Luego de apelar a los recursos que el azar de la experiencia me dio (el único taller literario al que fui era sobre “soltar la mano” y no fue muy bueno) el texto quedó escrito. Con las incertidumbres de siempre, hice la entrega y esperé la devolución. Unas semanas más tarde, junto a la corrección de la parte teórica vinieron un comentario sobre un recurso de la obra, una aprecicación personal y la nota: un 8. Festejo. Una nueva experiencia y salió bien. Las incertidumbres, intactas. ¿Pesó en el parcial la calidad de la obra de teatro? Seguro, era parte de la consigna y costó trabajo. ¿Hacia dónde? Sumó, restó... ¿Cómo? Incertidumbre otra vez.